
Paco Antequera veía a sus guerreros, Carlos Sastre, Alejandro Valverde, Óscar Freire y Samuel Sánchez, cruzar la puerta que une las viviendas de la zona internacional de la Villa Olímpica. Le falta uno, Alberto Contador, que llega en la madrugada del jueves.
El seleccionador buscaba un banco para cambiar euros por yuanes. Un primer paso para sentirse plenamente en China. Aunque la humedad y el calor agobiante sirven de adaptación acelerada. "El bochorno se nota mucho, desde que hemos llegado. Vamos a ver cómo se soporta subidos a la bicicleta", comentaba Freire, flamante maillot verde en el último Tour de Francia y quien no sabe mucho del recorrido de la prueba de fondo en carretera. "Eso lo sabe éste, pero no nos dice nada", bromea con Marcelino Torrontegui, el masajista.
Sí saben al dedillo las últimas novedades del ciclismo olímpico, como la confirmación de Cadel Evans. "Sabemos que correrá la prueba de fondo, pero no la crono", comenta Valverde. Pero nadie se fía. Lo que tienen claro es que ellos sí llegan con garantías de conseguir la medalla. "El recorrido tiene varias subidas y bajadas, es duro y nos viene bien", afirma Antequera, que administra un equipo de ensueño en el que Carlos Sastre no pierde la sonrisa ni la cara de cansancio. Tras el Tour, nuevo reto, para Sastre que poco ha podido disfrutar de su familia. "A mis hijos les extraña que vuelva a irme, pero el reto es ilusionante. Confiamos en hacer algo grande".
Al repóquer sólo le falta la carta de Alberto Contador. Con él ya podrán rodar por Pekín como lo que son: un Dream Team.
El seleccionador buscaba un banco para cambiar euros por yuanes. Un primer paso para sentirse plenamente en China. Aunque la humedad y el calor agobiante sirven de adaptación acelerada. "El bochorno se nota mucho, desde que hemos llegado. Vamos a ver cómo se soporta subidos a la bicicleta", comentaba Freire, flamante maillot verde en el último Tour de Francia y quien no sabe mucho del recorrido de la prueba de fondo en carretera. "Eso lo sabe éste, pero no nos dice nada", bromea con Marcelino Torrontegui, el masajista.
Sí saben al dedillo las últimas novedades del ciclismo olímpico, como la confirmación de Cadel Evans. "Sabemos que correrá la prueba de fondo, pero no la crono", comenta Valverde. Pero nadie se fía. Lo que tienen claro es que ellos sí llegan con garantías de conseguir la medalla. "El recorrido tiene varias subidas y bajadas, es duro y nos viene bien", afirma Antequera, que administra un equipo de ensueño en el que Carlos Sastre no pierde la sonrisa ni la cara de cansancio. Tras el Tour, nuevo reto, para Sastre que poco ha podido disfrutar de su familia. "A mis hijos les extraña que vuelva a irme, pero el reto es ilusionante. Confiamos en hacer algo grande".
Al repóquer sólo le falta la carta de Alberto Contador. Con él ya podrán rodar por Pekín como lo que son: un Dream Team.
FUENTE: AS.COM
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